Contar con una póliza de seguros para nuestro vehículo es un requisito legal imprescindible para circular en España. Además, nos evitará futuros quebraderos de cabeza. Antes de contratarla, conviene tener presentes cuáles son nuestras necesidades reales. Y cómo de expuesto se encontrará nuestro vehículo a determinados percances o averías.
Como los periodos pueden ser más o menos largos entre pago y pago, podemos despistarnos de la fecha o fechas concretas en las que deberemos acometer ese gasto periódico. Además, no siempre se escoge la misma extensión de la póliza o el mismo método de pago. Veamos, pues, cuáles son las posibilidades.
¿Cuándo se paga el seguro del coche? La respuesta a esta pregunta no es siempre la misma. Por norma general, la póliza se paga de manera anual. Y, por tanto, cubre un año completo a partir de la fecha en la que se haya realizado dicho pago. Es decir que, si pagamos nuestra póliza durante tal día del mes de septiembre, estaremos debidamente cubiertos hasta el mismo día del mes de septiembre del año próximo.
En algunos casos, las aseguradoras conceden un mes de gracia extra, a partir del cual dicha póliza es cancelada. En cualquier caso, las propias aseguradoras suelen informarte de la fecha próxima de pago mediante correo postal o electrónico.
Debido a las diferentes características de uso o del propio vehículo a asegurar existen, no obstante, algunas otras modalidades tanto de póliza como de pago. Un vehículo podrá ser asegurado por medio año o incluso durante algunos días si lo que se pretende es realizar un viaje o ponerlo totalmente a punto para una posterior venta. En este último caso, el pago se ejecutará inmediatamente y seguramente no de pie a una prórroga.
Los pagos pueden realizarse en las oficinas, en cuenta o mediante domiciliación bancaria. Descubre los seguros de coche que te ofrecemos en Verti.
Puesto que las pólizas pueden suponer un desembolso considerable, las aseguradoras tienden a ofrecer ciertas facilidades a la hora de acometer los pagos: son los pagos fraccionados.
Esta puede ser una opción muy interesante dependiendo de tus posibilidades económicas. O si el pago te va a llegar en un mes especialmente complicado, aunque tienes que tener en cuenta que el pago fraccionado puede suponer un pequeño recargo sobre la cantidad final.
Hay muchas posibilidades de dividir la forma de pagar y depende de cada compañía. Las más habituales son las siguientes:
Y si no deseamos volver a pagar nuestra póliza, deberemos enviar una notificación a la aseguradora con, al menos, un mes de anterioridad indicando la no renovación de la misma. La notificación deberá constar por escrito, así como el acuse de recibo por parte de la compañía aseguradora.
En algunos casos, existe la posibilidad de parar el pago de una póliza antes de su vencimiento. Las causas contempladas pasan por una modificación de las tarifas, los requisitos de riesgo o las coberturas incluidas. En cualquier caso, no dejes de pagar tu recibo de manera deliberada e injustificada, pues podrías pasar a formar parte de una lista de morosos. Y la contratación de nuevas pólizas se te complicaría en el futuro. Para evitar errores, utiliza un simulador de seguro de coche y elige con todos los datos en la mano.
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