El arrendatario se define como la persona que recibe un bien en arrendamiento durante un tiempo determinado a cambio de un pago periódico con un importe específico. La relación que establece con el arrendador por el alquiler de un bien, mueble o inmueble, se formaliza a través de la firma de un contrato.
El arrendatario adquiere, al firmar un contrato de alquiler, derechos sobre el bien en arrendamiento, pero también contrae ciertas obligaciones específicas. Dentro de las obligaciones del arrendatario se encuentra, además de un pago periódico, el compromiso de devolver el bien en arrendamiento en las mismas condiciones en las que le fue entregado. No puede modificar ni destruir dicho bien; además, en caso de darle un mal uso, tendrá que correr con los gastos de reparación del mismo.
Aunque generalmente es el arrendador quien contrata un seguro para la protección del hogar en caso de robo o siniestros, el arrendatario también puede contratar una póliza como los seguros a primer riesgo sobre el continente. Este tipo de seguros permiten al arrendatario subsanar de inmediato reparaciones que el propietario del inmueble podría tardar tiempo en cubrir.
Los arrendatarios pueden ser personas que tengan en alquiler, por ejemplo, bienes muebles como máquinas industriales, pero lo más común es la figura de los arrendatarios de viviendas, es decir, los inquilinos. Los seguros contratados por estos pueden incluir responsabilidad civil, asistencia en el hogar (fontanería, cerrajería, etcétera), defensa jurídica, robo, capital del mobiliario, etcétera.
El arrendatario puede contratar distintos tipos de pólizas y establecer con la aseguradora el importe a cubrir en caso de daños hacia el bien en alquiler.
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