Contratar un seguro que incluya, al menos, la Responsabilidad Civil Obligatoria, es una de las primeras gestiones que debemos tramitar antes de poner nuestro vehículo en circulación.
Para elegir un seguro de coche nuevo que nos permita disfrutar del vehículo sin preocupaciones, hemos de tener en cuenta las características especiales con las que cuenta un coche recién estrenado.
Puedes elegir el tipo de seguro que mejor se adapte a tus necesidades y a las de tu nuevo coche. Elige la opción que prefieras y busca el equilibrio perfecto para ti entre coberturas y precio:
Un coche se devalúa con el paso del tiempo. En el momento en el que lo sacamos del concesionario es cuando más valor tiene, y este es un punto muy relevante a la hora de contratar un seguro de coche. Las consecuencias de que este sufra un incendio u otro imprevisto de relevancia similar son mucho mayores que con un coche ya usado (ya que su precio de reventa se desplomaría).
El riesgo de robo es otro de los primeros puntos a tener en cuenta, ya que está directamente relacionado con el valor del vehículo. Especialmente si es de gama alta o pertenece a una de las marcas consideradas como "premium", con mayor demanda dentro del mercado negro.
Tendemos a pensar que un coche nuevo reporta pocos problemas, pero debemos atender a todos los riesgos. Por ejemplo, los daños propios que podamos ocasionar al aparcar en el garaje por falta de costumbre con las medidas del vehículo.
Es conveniente, por tanto, valorar el contratar una póliza de seguro a todo riesgo para coche nuevo que nos permita disfrutar del vehículo sin preocupaciones durante sus primeros años.
Cuando nos planteamos contratar el seguro para nuestro coche nuevo a menudo nos encontramos con que las pólizas existentes en el mercado no se adaptan de manera óptima a nuestras necesidades específicas.
Un seguro demasiado básico puede quedarse corto: Robos, incendios, golpes en las lunas o daños que podamos ocasionar nosotros mismos al vehículo son notablemente más costosos en un vehículo nuevo que en un coche con kilómetros a sus espaldas.
Una de las opciones más interesantes puede ser la del seguro Todo Riesgo Pintón. Además de cubrir los riesgos de incendio, robo o daños propios, entre otros, incluye la posibilidad de pintar tu coche de forma gratuita al tercer año sin perder las bonificaciones acumuladas. ¡Lucirá como recién sacado del concesionario!
Cuando queremos hacer un seguro para un coche nuevo es necesario llevar a cabo un análisis de la cantidad de protección que queremos darle al vehículo. También es importante pensar en el riesgo que supone conducirlo (todo dependerá de nuestras rutas y del número de conductores, entre otros factores) y de los kilómetros que vamos a hacerle de manera constante.
Para hacer el seguro de un nuevo coche, una vez tengamos clara toda esta información, solo hay que calcular el precio a través de la web o llamar por teléfono, explicar nuestras preferencias y ofrecer todos los datos que nos pidan respecto al coche y a nosotros mismos.
Ante la pregunta de qué seguro debería tener mi coche nuevo, es importante saber que los gastos que supone reparar un vehículo nuevo son mayores respecto a los que serían si el coche fuera antiguo. Por ello, nuestro consejo es que si tienes un vehículo sin muchos años, apuestes por un seguro a terceros ampliado o por uno a todo riesgo.
Es obvio que, cuanto más nuevo sea el coche, más nos dolerá que sufra cualquier percance. De esta manera, si somos conscientes de que aunque le pase algo vamos a estar bien protegidos, viviremos con mayor tranquilidad. Nadie quiere hacer frente a grandes gastos cuando acaba de invertir en un coche nuevo.
A veces es natural no saber cuándo contratar el seguro para un coche nuevo, pero la respuesta es muy sencilla. Tan solo hay que saber cuándo vamos a comenzar a utilizar ese vehículo.
De este modo, en el caso de que fuera el 1 de enero, es necesario haber hablado antes con la compañía, advirtiéndole de que el contrato debe empezar a tener validez a partir de esa jornada, pues antes no vamos a necesitarla dado que el vehículo aún no sería de nuestra responsabilidad. Así, si decidiéramos darle valor días antes, tan solo invertiríamos en un servicio que no vamos a utilizar.