Que te llegue una multa nunca es una buena noticia, pero recibir una sanción no tiene por qué ser sinónimo de rascarnos el bolsillo. De hecho, muchas de las multas que se ponen pueden ser recurridas y quedar anuladas.
Conoce cómo proceder en caso de querer recurrir una multa y cuáles son las principales razones para hacerlo.
Si queremos recurrir una multa, la ley establece que contamos con 20 días naturales para presentar alegaciones.
El primer requisito es el que hemos visto en el punto anterior, encontrarnos dentro del plazo establecido para hacerlo. Además, para que el recurso sea aceptado a trámite, debe incluir los datos personales del supuesto infractor: nombre, apellidos, teléfono y dirección postal.
También debe incluir todos los datos especificados en la sanción, es decir, el número de expediente y la fecha en la que se interpuso junto con la marca, el modelo y la matrícula del vehículo implicado. No podemos olvidar la causa alegada que justifique el recurso y la firma.
Como parte negativa, este periodo de tiempo coincide con el de tarifa reducida por pronto pago del 50%, por lo que si recurrimos y perdemos el recurso, no podremos acogernos a esta medida.
Para recurrir una multa debemos seguir los siguientes pasos:
Tras este último paso, el escrito será enviado a la comisaría correspondiente, donde se estudiará si el recurso es aceptado o no.
El plazo establecido por la ley para recibir la respuesta al recurso una vez tramitado es de tres meses, entendiéndose la falta de respuesta una vez transcurrido este periodo como la desestimación de la alegación.
Si hemos recibido una multa y queremos buscar una posible salida airosa más allá de la confianza que tengamos en la resolución a presentar un recurso, la recomendación suele ser la de apurar los plazos con la intención de que la sanción prescriba. Puedes alargar los tiempos tanto para presentar el recurso como para responder a las pruebas incriminatorias enviadas por la administración.
Otro de estos 'trucos legales' es intentar mover la multa entre administraciones para forzar errores de procedimiento.
Recurre la multa o abónala. Dejarla pasar no te va a eximir de su pago y puede acabar costándote recargos e intereses.
Para decidirte entre estas dos opciones, analiza con detenimiento la denuncia en busca de errores de forma para encontrar la manera de alegar bajo una causa justificada: Algún dato incorrecto, falta de concreción de los hechos, etc.
Notificación posterior sin causa justificada. La ley determina que la notificación de la denuncia por infringir la normativa de tráfico puede ser entregada en el acto o de forma posterior, pero también determina unas causas concretas para hacerlo mediante esta segunda vía.
Las causas para hacer una entrega a posteriori de la multa son las siguientes:
Conocer todos estos detalles harán más fácil que puedas recurrir una multa bajo una causa justificada, o bien que conozcas las razones para hacerlo y puedas acogerte al periodo de pronto pago si no crees que puedas alegar ninguna de ellas y así beneficiarte de la reducción del 50% de la cuantía a abonar.
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