La bonificación, en el sector de los seguros, consiste en un descuento que hacen las aseguradoras sobre la tarifa base de la póliza de los seguros de coche y que se calcula según el perfil del asegurado y el historial de siniestros que este pueda haber tenido.
El objetivo de las bonificaciones es que las aseguradoras puedan ofrecer pólizas que se adapten a las características, necesidades y grado de riesgo de un cliente. Según este sistema de bonificaciones, las personas que tengan menos accidentes y representen menos riesgo para las compañías aseguradoras pagarán menor importe en el contrato final, mientras que aquellas personas que acumulen más accidentes, tendrán que cubrir un importe mayor en la póliza.
Las bonificaciones, a su vez, se basan en el sistema de tarificación bonus malus que la aseguradora tenga y el tipo de seguro que el titular haya contratado. Así, por ejemplo, en los seguros a todo riesgo, las bonificaciones serán mayores que en el caso de seguros a terceros.
En los seguros de coche, las bonificaciones se aplican según el nivel de siniestralidad de los asegurados y se calculan en base al bonus malus. La bonificación máxima en los seguros de coche varía según la aseguradora, pero puede oscilar entre el 40 y el 65 % de la tarifa base. Esta bonificación varía según el tipo de seguro de coche que se contrate.
El tiempo que se lleva siendo cliente de la aseguradora también influye en la cantidad de las bonificaciones, pudiendo variar considerablemente si lleva un año o cinco con la misma compañía.
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