A primer riesgo hace referencia a un tipo de seguro para el hogar cuya cobertura comprende un riesgo específico, por una cantidad previamente fijada y sin importar el valor de los daños.
El seguro a primer riesgo se caracteriza porque el asegurador no aplica la regla proporcional de los seguros si el importe asegurado no es suficiente. Por el contrario, se pagará el importe total en casos de siniestro siempre que este importe esté dentro del valor del capital que se ha garantizado en la póliza.
Dentro del primer riesgo existe la figura del seguro sobre el continente. Este se recomienda a los inquilinos de una vivienda y también en los casos en los que una comunidad de vecinos ya cuente con una póliza. A través de este seguro se contrata un capital pequeño para subsanar reparaciones básicas, como por ejemplo techos, suelos, paredes, instalaciones, de una vivienda. El continente a primer riesgo ayuda a los inquilinos a subsanar problemas de manera inmediata en caso de que el propietario tarde en responder y reparar una avería.
Un ejemplo de seguro a primer riesgo es el que se hace sobre el contenido. Aquí se habla del valor a primer riesgo. Dentro de la cobertura a primer riesgo de este tipo de seguro entran objetos como joyas, obras de arte y demás objetos de valor de una propiedad, incluidos muebles y aparatos electrónicos costosos. En caso de robo o si ocurre un siniestro, la aseguradora no aplicará la regla proporcional de los seguros, sino que puede indemnizar al asegurado con una cantidad previamente establecida.
La contratación de este tipo de seguro se recomienda cuando los bienes muebles de la propiedad tienen un valor elevado y no se desea contratar una póliza específica que cubra la totalidad de estos bienes, pero se desea tener una cobertura inmediata para casos de robo o siniestro.
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